lunes, 3 de septiembre de 2012

Payola, cultura y un nuevo Ministro


PAYOLA, CULTURA Y UN NUEVO MINISTRO

 

En fecha 16 de agosto de este año ha iniciado una nueva gestión en el Ministerio de Cultura. Su nuevo titular manifestó en declaraciones su intención de enfocar a la música dominicana como la plataforma del accionar cultural del país, tal y como fue reseñado por el señor José Rafael Sosa en el periódico El Nacional.

 

Estas palabras parecen ser la ratificación de la conciencia sobre el compromiso que debe asumir el servidor público que adquiere las funciones de representante y del Estado dominicano en materia de fomento y preservación de los bienes culturales, así como en la protección y asistencia a la gestión de los trabajadores, profesionales y productores de la cultura dominicana.

 

Las actuaciones del Ministro de Cultura, al igual que los demás funcionarios del Estado, deben ser  una expresión de institucionalidad y legalidad, atendiendo a las obligaciones que colocan las normas a su cargo. En el caso concreto, la gestión del nuevo Ministerio debe estar orientada al cumplimiento de la tradición progresiva jurídica desarrollada en las Constituciones dominicanas desde 1966, edificada como un “derecho cultural constitucional” que se ha consolidado de manera muy especial en la actual Carta Magna en sus artículos 10, 63 (numeral 1), 64, 66 (numeral 3), 75 (numeral 11) y 193, y cuya herramienta de implementación adjetiva es la Ley de Cultura No. 41-00.

 

Grandes expectativas para la industria de la cultura, pues con el inicio de una nueva gestión, cuyo primer y principal desafío será mejorar el trabajo presentado el anterior Ministro y su equipo, se abre la posibilidad de tratar el tema tabú de la industria musical, desechado hace más de una década por los legisladores dominicanos, llamado “payola”.

 

La payola ha sido el monstruo peludo de dos cabezas que ha vencido anteproyectos de leyes, decretos presidenciales sobre reglamentación de espectáculos públicos y radiofonía, y ha llegado a eludir todo tratamiento administrativo que pudiere haber asumido cualquier entidad del Estado competente por vinculación de su materia con los tipos de daños producidos por la payola, que son muchos y variados.

 

Resulta más que conveniente recordar desde temprano a las nuevas autoridades gubernamentales designadas que la payola afecta al mercado de la música - forma viva y material de la expresión artístico-cultural llamada “música”. El nuevo Ministro debería aprovechar esta oportunidad y constituirse en pionero de América Latina en el enfrentamiento a la payola como formal obstáculo e ingrediente de atraso de la cultura musical dominicana. Existe base constitucional, existen leyes y existen reglamentos, por tanto, instrumentos los hay suficientes para emprender la primera línea de ataque frontal a esta problemática. No es necesario arriesgarse a que se engavete de nuevo un proyecto de ley, se puede trabajar provisionalmente con lo que nos ofrece el sistema vigente.

 

Se puede elegir cualquiera de los dos caminos, pero el que sea tomado debe ser ejercido con responsabilidad y con un esfuerzo consciente del escuadrón de defensa que será desplegado de manera casi automática por los defensores del régimen fáctico e ilegal de la payola.

 

Lic. Juan Miguel Castillo Roldán

Autor: “Payola, Derecho e Industria Musical